Salí de mi casa y me dirigí a hacer fotos, me dejé sorprender así que no tenía ni idea de a qué iba a disparar, estuve andando por los alrededores y observé que hay millones de detalles que en el día a día no vemos y a pesar de ir por esa zona prácticamente todos los días, no me había percatado nunca de la belleza oculta de las cosas cotidianas.
Aquí dejo algunas de las fotos:
Me ha gustado mucho realizar este trabajo, me he dado cuenta de lo limitada que es nuestra visión y la capacidad que tiene el cerebro para observar solo lo que le conviene en cada momento. Además, he encontrado algunos inconvenientes al realizar el trabajo, ya que cuando he visto las fotografías en mi galería al llegar a casa (debido a que no podíamos verlas en el momento que las realizábamos) he observado que algunas no estaban bien hechas o estaban movidas y que de haberlas visto, las habría hecho de otra forma; por eso también me he dado cuenta del gran beneficio que resulta el poder ver tus fotos en la pantalla cuando las capturas.
En la mayoría de mis fotografías aparecen árboles o puertas antiguas, me he guiado más por los detalles ambiguos y espacios olvidados, ya que solamente cuando he tenido que realizar el trabajo me he fijado en ellos detalladamente.










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